“Se busca con experiencia comprobable, excluyente”.
Todos empezamos alguna vez. Y siempre me resultó curiosa la limitada disponibilidad por parte de los empleadores para incorporar gente nueva. ¿Tiene que ver siempre con la urgencia de resolver? ¿O a veces entra en juego la falta de predisposición para respaldar un entrenamiento? Entonces, ¿Cómo se construye la experiencia?
Aprovechar el curso o la carrera para hacer trabajos dignos de incluir en tu portfolio, es una decisión inteligente. Tanto, como ser creativo y generar material con pocos recursos. En la era que corre, componer una buena fotografía o crear un video atractivo, no necesariamente requiere de inversión económica. (Ya sabemos que un teléfono celular puede convertirse en tu mejor aliado).
¿Podes invertir? Entonces planifica con exactitud tu contenido y definí los recursos necesarios. Si sos productor de moda, aprovecha lo que dura la sesión para crear propuestas diferentes.
En cambio, si tu campo es audiovisual, podes crear contenido de corta duración para plataformas digitales. Buenos recursos técnicos y una edición interesante son siempre el combo perfecto.
Puede además que tengas (o no), la oportunidad de hacer trabajos eventuales entretanto estudias y eso, se convierte en buena ocasión para explotar y explorar. ¿En qué te destacas? ¿Cuál es tu impronta? ¿En dónde necesitas indagar más? Ejercitarse, es parte de la experiencia.
Tanto si contas con una marca amiga o alguien que necesite estilismo para un book, una buena alternativa es comenzar ofreciendo tus servicios, mediante un acuerdo que sea conveniente para ambas partes.
Cualquiera sea el proyecto, no pierdas de vista la importancia de reunir un equipo de trabajo con el que te sientas cómodo al delegar, sin dudar de la calidad final de tu material. Porque ese resultado, será tu carta de presentación.
No existen el modo ni el momento perfecto para empezar, así que abraza al entusiasmo y anímate a crearlos.
Con amor,
Aldana