Los hay a corto, mediano y largo plazo. Pero cada proyecto es único en sí mismo. Y tener claro el fin, es de suma importancia para definir los medios que lo justificarán.
Cualquiera sea nuestro proyecto, necesitará de un desglose que nos permita efectuar las actividades de manera ordenada y dirigirlas en pos de nuestro objetivo.
Si bien habrá factores a considerar minuciosamente, hay conceptos generales que harán a la integridad de nuestro producto y de los cuales no debemos escapar. Saberlos con certeza, ayudarán a construir una base sólida sobre la que desarrollaremos el resto de las partes.
¿Qué quiero expresar?, ¿A qué público quiero atraer?, ¿Qué impacto quiero generar en el espectador? o ¿Qué mensaje quiero dar?, serán algunas de las preguntas que nos ayudarán a diseñar nuestro plan de trabajo.
Es necesario definir acciones y crear estrategias por cada objetivo. Esto nos permite anticipar el recorrido, establecer prioridades y evitar distracciones. Contar con un esquema que permita organizarnos, nos mantendrá en foco, facilitándonos la concentración en una sola tarea a la vez.
Una meta clara y definida, será el paso más importante para ejecutar un plan de acción de manera exitosa. Más abrirnos al campo de posibilidades para potenciar nuestro proyecto, es una decisión que deberemos tomar a diario.
¡A planear, se ha dicho! Cual avión al mejor destino de vacaciones.
Con amor,
Aldana