“Gracias” es mi palabra favorita y la llevo tatuada (literal) desde hace algunos años. Lejos de predicar mis elecciones, quisiera hablarte de la importancia del reconocimiento profesional.
Ser agradecidos en nuestro rubro no es sólo una cuestión de educación. Respetar el trabajo y valorar el tiempo de todas aquellas personas que intervinieron, implica prestar atención al momento de registrar el cierre de un proyecto.
Los créditos y agradecimientos abarcan desde el equipo técnico hasta productos, marcas y empresas, que participaron activamente en su realización. Cabe destacar que algunos de ellos probablemente lo hicieron por intercambio publicitario, experiencia profesional o un gesto de compañerismo hacia nosotros, productores.
Dales el espacio a todos. Menciona a los que recibieron remuneración económica por su trabajo, a los que donaron su tiempo o prestaron productos y/o servicios. A todos aquellos que colaboraron directa o indirectamente para que puedas tener el material al final de la jornada. Incluí a ese amigo que te prestó ropa o a la tía que te recibió un envío porque abaratabas costos. Los créditos son un espacio de valoración y agradecimiento, NO DEJES A NADIE AFUERA.
Es importante también que chequees la correcta redacción de nombres, páginas web y/o redes sociales, para así evitar decepciones o reclamos bien justificados que, muchas veces, no tienen vuelta atrás.
Te hablo por mí, por mis colegas y por todos aquellos que decidan sumarse a tu proyecto.
Con amor,
Aldana.
Agradecimientos: A mi amigo y colega Fede Francica por el título de la nota.